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Mamá imperfecta al volante |
Mira en su bolso, que no pega con el resto de ropa, entre tanto trasto por lo menos está el monedero y las llaves. Se pone la chaqueta mientras coge las bolsas y las carpetas, ah, y los papeles del banco, y el acta del notario... intenta mirarse de reojo en el espejo, –¡qué pelos!, mejor ni me miro...
Coge al bebé, mientras empuja el carro con todo colgando por los lados, mete al bebé en el maxi coxi, lo deja un momento en el suelo, se caen los papeles, los recoge, pliega y mete el resto del carro en el maletero, mete las bolsas, cierra corriendo, entra en el coche, se pone el cinturón y repasa mentalmente que no se le olvide nada.
Sale disparada. Una rotonda, dos, tres, semáforo, rotonda, otra... silencio en el coche...
¿y Juan?
Y el pobre Juan, que siempre ha sido un santo, metidito en su maxi coxi en la calle, junto a la puerta de casa, esperando a ver cuánto tarda su mamá en darse cuenta de que se le ha olvidado meterlo en el coche.
¡Oh no! Sudor frío... frenazo.
Se le pasan por la mente todas las cosas que le pueden estar pasando al pobre en medio de la calle... un gato, un niño que avisa a su madre, una señora que la denuncia, la policía llegando, los vecinos diciendo que 'ya se veía venir', su foto en los periódicos, las noticias de la 1 diciendo que una madre abandona a su bebé y luego dice que no lo hizo a propósito, el resto de reclusas mirándola mal...
¡Ay madre! Y lo mejor, la velocidad con la que vuelve la pobre: rotonda, rotonda, semáforo, tic, tac,... derrape, rotonda, rotonda... mientras va pensando: –me quitan al niño, me estampo, qué desastre, todo me pasa, mierda y mierda... ¡joder!– madre suicida al volante... ¡socorro!
Frenazo. Por suerte no pasó nada. Cuando llegó la mamá, el niño la recibió con una sonrisota (los hijos de madres imperfectas tienen mucha paciencia :-)
Luego dicen que si las hormonas, que si los días del mes,... lo que pasa es que vamos de culo las mamás, y si además le sumas que trabajamos mucho, y que tenemos la mente súper ocupada, pues se nos olvidan pequeños detalles, que son muy importantes... Y la verdad, si leyera esta noticia en el periódico o lo viera en una película, pensaría que qué desastre de madre, que es imposible... y ya ves, a cualquiera le puede pasar.
Bueno, a cualquiera tampoco. Voy a tener que darle un papel protagonista a esta amiga imperfecta :-)
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