sábado, 12 de octubre de 2013

Pasando de treintañera a cuarentona

Por qué será que estos días me viene a la mente la frase de 'a cada cerdo le llega su San Martín'... Llevo meses pensando si me pido o no la depresión de los 40, o una crisis, o algo que refleje este cambio de dígito en mi edad. Y he pensado que por ahora no, que paso, igual a los 43, pero de momento no.

Por todas he pasado
Dicen que la longevidad se hereda de mujer a mujer, y mis dos abuelas superaron los 90 viviendo solas, así que yo de momento ni he llegado a la mitad.

Si a esto unimos que cada día vivimos más, pues ni os cuento, vamos, que estoy en mi edad de oro :-) Lo malo es lo de la pensión, que no me va a dar ni para pipas, si es que alguien me da algo cuando me jubile, ¡si es que consigo jubilarme algún día!

Siempre había tenido de objetivo vital jubilarme a los 40 y jugar al golf. Iba a jugar con el resto de jubilados que serían mayores que yo y seguro que eran extranjeros y así practicaría inglés. Pero en vez de eso, pues cada día soy más multitask, tengo más oficios, practico el inglés por narices, y lo del golf lo probé el verano pasado y no me gustó.

Así que decena nueva, objetivos nuevos. En ello estoy, todavía no los tengo claros.

Lo que sí tengo claro son los objetivos de los 80, cuando mis hijos me dejen en una residencia (o me vaya yo voluntariamente porque no aguante a sus parejas).

He pensado que podríamos montar una tienda vintage con el resto de compañeras. Porque si cada una guardamos la ropa chulísima que se pasa de moda, y esperamos 40 años para el negocio, pues seguro que es un éxito, porque se pondrá de moda otra vez, y serán verdaderas reliquias... y como todo estará fabricado en China y todo serán copia de la copia de la copia, pues lo nuestro será auténtico!!!

Además si alguna sabe hacer punto o croché, yo no, pero alguna sabrá, pues podemos hacer toquillas y gorros y venderlos. Y también podremos hacer cocina para llevar, con comida de verdad de abuelitas encantadoras, que seremos nosotras...  Vamos, que ¡a los 80 me voy a forrar! Amigas, recordad, hay que guardar la ropa buena.

Llevo días pensando qué tiene de malo cumplir 40 años y básicamente se me ocurren cosas buenas y solo una mala o no tan buena (la dejo para el final). Cada decena tuvo sus cosas:

  • De 0 a 10. Infancia realmente feliz gracias a mis padres y hermana.
  • De 10 a 20. Adolescencia superada (con momentos en los que no me aguantaba ni yo...) con el resultado de amigos fantásticos que todavía mantengo.
  • De 20 a 30. Enfoqué mi carrera profesional y conocí a mi compañero de vida, qué más se puede pedir.
  • De 30 a 40. Madre de dos niños maravillosos (imperfecta, pero madre al fin y al cabo).
Dicen que los 40 son los años de la madurez. Aunque yo debí nacer madura, porque siempre he sido responsable, muy despistada, pero muy responsable. Y aunque suene bien, creo que es mejor no ser siempre tan responsable... claro que alguna locura he hecho, bueno, unas cuantas... pues igual no he sido tan responsable...

Lo que sí creo es que a los 40 la experiencia va haciendo mella. Conoces a las personas con solo mirarlas, las ves venir, te han pasado tantas cosas que más o menos puedes intuir consecuencias, y eso es una ventaja en la vida. Así que tan contenta, con 40, con experiencia, y con un objetivo vital para los 80.

Lo malo: pues que no aguanto más de un día de fiesta, y eso sí se echa de menos :-)

2 comentarios :

  1. Yo no caía en que después de los 40, iban los 41. En serio, lo juro. Tan obsesionada estaba con el tema. Por si os pasa lo mismo, aviso: 40, 41 y luego 42. Muy fuerte...

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