Intimidades de mi rodilla |
Una red de pescadores del puerto. Fui a decirle a unos niños que tuvieran cuidado que se iban a... ¡y me caí yo! Y esto me pasa por pesada, que no eran mis niños y no se iban a caer, que está claro que los niños son mucho más espabilados que yo.
Tras pasar por urgencias y que me dijeran que solo era un golpe, conduje, me duché, fui a cenar... eso sí, me dolía de narices y me puse todas las cervezas frías que tenía en la nevera. Me las tenía que haber bebido porque el dolor llegó al punto que tuve que volver a urgencias. Un médico más espabilado me mandó a rayos, y efectivamente, me había roto la rótula.
En el hospital |
–Férula de tobillo a ingle y vuelves en un mes. Solo puedes deambular... reposo y pierna en alto.
–Pero es que tengo clase esta tarde... y un congreso, y un viaje a Estados Unidos.
–¿Me está tomando el pelo? ¿Se ha visto? ¡De gracias que no necesita operación!
Pues el primer día lo viví inmovilizada, por suerte mi madre estaba para cuidarme. Pero el segundo ya empecé a deambular. Aplacé la clase a la semana siguiente, pero la di, y fui al congreso y viajé a Estados Unidos.
Descubrí todos los ascensores que no sabía que existían, las ventajas del baño de minusválidos, y aprendí a caminar con muletas. También aprendí las desventajas de la bañera con escayola, y lo difícil que es vivir sin doblar la rodilla... pero lo que más me ha sorprendido es lo que me costó adaptarme a pedir ayuda para todo.
El viaje digno de una marajá. Me recogieron en silla de ruedas y durante 3 aeropuertos siempre hubo alguien que me cuidó como a una reina, silleros o silleras con una paciencia infinita, no por mi (que suelo ser educada), sino por otros viajeros en silla de ruedas que vi como trataban a los pobres asistentes. Que si llevo billete de primera, que si trae esto, recoge aquello, súbeme la pierna... algunos me dejaron alucinada, otros muy amables.
Había minusválidos de verdad, otros, como yo, eran circunstanciales, otros muy obesos, otros muy mayores, otros no hablaban el idioma... El caso es que el servicio de sillas de rueda de los aeropuertos funciona fenomenal.
Eso sí, os aviso de que aunque os escayolen la pierna entera, llevéis muletas y pongáis cara de pena y ojitos de cordero degollado, no, no os pasan a primera, ¡ni aunque estén libres todos los asientos!
Tampoco puedes usar el aseo de primera, que es más amplio, ni aunque amenaces con que vas a dejar la puerta abierta y sacar la pierna porque no puedes doblarla y no cabes... Tuve suerte y en el vuelo largo me dejaron 4 sitios para mi solita. Y tuve suerte y conseguí cerrar la puerta del aseo del avión conmigo, la pierna y la escayola dentro. Ni me preguntéis como lo hice... todavía no lo tengo claro.
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Al mes volví al médico en Estados Unidos. Por cierto, me costó un montón encontrar uno porque nunca había ido y la mayoría no aceptan nuevos pacientes. Impensable en una España en crisis, ¿os imagináis un médico o centro médico que no acepta pacientes porque tiene mucho trabajo? Al final encontramos un centro ortopédico que me atendió.
–Three more weeks– dijo el médico...
–Pero... ¿puedo conducir?
–¿Puedes mover la rodilla?
–Mmmmm.... no.
Cual hermana de la Cenicienta tratando de meter el pie en el zapato de cristal, así intentaba yo mover la rodilla... nada, ni un centímetro. Así que 3 semanas más. Eso sí, me cambió la escayola por "una cosa" de quitaypón, con hierros para inmovilizar y que me puedo quitar para ducharme, darme crema y hacer un mini ejercicio para mover el pingajo de pierna que se me ha quedado.
Brazo popeyil |
Por si os rompéis la rótula os comento ventajas y desventajas:
En contra:
- Lo peor, sentarte en el váter sin doblar la rodilla. Horrible. De verdad, probad y veréis :-)
- Dormir tiesa, sin doblar la pierna, incomodísimo si acostumbras a dormir como un ovillo.
- No poder conducir, depender siempre de alguien para ir a cualquier sitio.
- El balanceo al estilo Quasimodo por la cojera.
- Tener que ocupar todo el asiento de atrás del coche apretujando a tu hija.
- Perder el fular que llevo a todos sitios para poder enganchar la pierna y moverla donde quiero.
A favor:
- Mi hija me da masajes y me ayuda con la rehabilitación.
- Mi hijo pone lavadoras, secadoras y pasa la aspiradora. Además me ayuda con el calcetín.
- Mi chico hace la compra, recoge a los niños, los lleva a soccer, me corta las uñas y en general todos los recados.
- Estoy leyendo mucho.
Tengo una amiga que cuando le conté las ventajas me dijo que se iba ya mismo a pasear por las redes del puerto :-) Claro, ¡no iba a ser todo malo!
Bueno, mañana vuelvo al médico. Ya voy con la mente preparada, aunque me quite "la cosa", me pondrá otra y tendré que estar más en reposo. Lo sé, esto va para largo, o al menos hasta que sea capaz de doblar la rodilla para conducir o sentarme en el váter, tengo que tener paciencia.
P.D: no me han quitado "la cosa", me han dado cita en una semana con el supermegaespecialistaderótula, ya sabéis que Estados Unidos se especializan, hasta el punto de ser especialista de rótura de rótula de mujer española que cae en redes de pescadores. Y creo que lleva incluida una resonancia. Seguiré informando.