jueves, 19 de septiembre de 2013

Familias numerosas en peligro de extinción

Una amiga me contó una historia sobre una madre con 6 hijos. Además de hacerme pensar en el tema de las familias numerosas, me quedé alucinada de lo que puede llegar a provocar el estrés y el agotamiento en una madre y en un padre con tantos hijos...

Toda la familia volvía de hacer la compra en un centro comercial. ¡Compra para 8!, a mi la compra para dos hijos y un padre se me hace un mundo, tanto que prefiero ir sola porque si no se repite siempre la misma historia en el supermercado:

Estrés en el supermercado
–Mamá compra esto, mamá compra lo otro, mamá no me haces caso, mamá dónde está mi hermano, mamá que hemos perdido el carro, mamá meto estas chuches, mamá me has pisado con la rueda, mamá me puedo subir, ay mamá he tirado 3 botes, mamá, mamá, ¿mamá me escuchas?...–

Imaginad que no podían ir en un coche cualquiera, porque padre + madre + 6 hijos + compra no cabe en cualquier vehículo. Así que irían en una súper furgoneta preparada con asientos para todas las edades y el maletero a reventar de bolsas de comida. No sé si el conductor se podría concentrar bien en la carretera, porque a mi con 2 me cuesta.

El caso es que llegaron tarde y cansados, bajaron la compra, la coloraron, hicieron la cena, cenaron, se pusieron el pijama, se lavaron los dientes, dieron las buenas noches y se fueron todos a la cama a descansar.

...silencio...

...relax...

Al rato, sobre la una de la madrugada, sonó el timbre de la puerta, algo extrañados abrieron y se encontraron a uno de los hijos que se había quedado dormido en el coche mientras bajaban la compra. ¡Nadie se había percatado!

¿Os imagináis? Medio dormido salió y llamó al timbre para ir a su cama...

¿Olvidar a un hijo en el coche? Con tantos es normal... Bueno, ya os conté una historia sobre una madre que se olvidó a su bebé, pero en este caso es más grave, no solo la madre no se dio cuenta, sino que ¡¡el padre y los otros 5 hermanos tampoco!! ¿qué jaleo de familia debe haber para no echar en falta a uno?

La gran familia
Este verano hablábamos de cómo eran las familias antes. Mi padre eran 6 hermanos, más el abuelo, más el primo de Cádiz que fue a estudiar a su casa, más los padres, más una americana que fue de intercambio... en casa de mi suegra también eran 6 hermanos, en casa de mi suegro peor: ¡eran 9 hermanos!. Y como dice mi padre, lo suyo era lo normal, había familias de 14 hijos... Unos cuidaban de otros, la ropa se pasaba de generación en generación, no se podía elegir comida a no ser que fuera tu cumpleaños, con una pelota y una muñeca tenían de sobra para todos, había turnos para comer...

Parece que las familias numerosas, las de antes, están peligro de extinción. Ahora tener 3 hijos ya nos parece una pasada (a mi la primera), y con 4 o 5 no digamos. Cuando yo tenía 16 años estuve de intercambio en una familia que tenía 7 hijas, más yo, y la verdad, como adolescente lo pasé fenomenal, pero ahora entiendo las ojeras de la madre y el autoritarismo del padre.

Así que ya no me quejo más, que dos está muy bien y no se me olvida ninguno, o al menos de momento.

P.D: Gracias Luisa por la historia (la tenía medio escrita desde hace mucho)